PRAGA
Praga, la capital de la República Checa, es una ciudad de cuento de hadas, famosa por su arquitectura medieval, su vibrante vida cultural y su fascinante historia. Conocida como "La Ciudad de las Cien Torres" debido a la abundancia de iglesias y castillos que adornan su horizonte, Praga combina el encanto del viejo mundo con la modernidad europea, ofreciendo una experiencia única a los visitantes. Las costumbres checas están profundamente enraizadas en su historia y tradiciones, y se reflejan en su amor por la gastronomía, la música y las celebraciones. Uno de los hábitos más destacados es el consumo de pilsner, una de las cervezas más famosas del mundo, que acompaña a las reuniones sociales en las numerosas tabernas y cervecerías de la ciudad. La sopa de goulash y el svíčková (un estofado de carne con salsa de crema) son solo algunos de los platos tradicionales que definen la rica gastronomía checa.
Las festividades son otro aspecto fundamental de la vida en Praga, siendo la celebración de la Navidad checa especialmente notable, con mercados llenos de luces, adornos artesanales y el tradicional trdelník (un pastel de masa). También es famosa la celebración de la Semana Santa, con procesiones y eventos que reflejan la herencia cultural de la ciudad.
En cuanto a sus monumentos, Praga es una ciudad que parece sacada de un libro de historia. El imponente Castillo de Praga, uno de los castillos más grandes del mundo, es la joya de la ciudad. En su interior se encuentran la Catedral de San Vito, con su imponente arquitectura gótica, y el antiguo Palacio Real. La Puerta de la Ciudad Vieja y el Reloj Astronómico de Praga, una maravilla medieval que marca las horas con un espectáculo mecánico, son otras de las principales atracciones turísticas. El famoso Puente de Carlos, uno de los puentes más antiguos de Europa, conecta el Barrio Pequeño con la Ciudad Vieja y ofrece una vista espectacular del río Moldava. Las estrechas calles adoquinadas de la Ciudad Vieja, junto con los edificios de arquitectura barroca, gótica y renacentista, transportan a los visitantes a tiempos pasados. Además, Praga alberga una gran cantidad de museos, teatros y galerías de arte que enriquecen aún más su vida cultural.
La combinación de sus tradiciones vivas, su rica historia y sus monumentos impresionantes hacen de Praga una de las ciudades más fascinantes de Europa.
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